domingo, 4 de enero de 2009

Nunca me habia detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habian sobrado los motivos los ultimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situacion incluso de haberlo intentado.
Con la respicarion contenida, contemplé fijamente los ojos oscuros del cazador al otro lado de la gran habitacion. Éste me devolvio la mirada complacido.
Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Eso debería contar algo.
Sabía que no afrontaria la muerte ahora de no haber ido a Forks, pero, aterrada como estaba, no me arrepentía de esta desición. Cuando la vida te devuelve un sueño que supera con creces cualquiera de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión.
El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.